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                        13. EVALUACIÓN

                                                                                                       

                                                                                                       DEFINICIÓN

 

    El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) define evaluar como “estimar los conocimientos, aptitudes y rendimiento de los alumnos”. Sin embargo, bien es sabido que la evaluación o la acción de evaluar no solo tiene como finalidad la de conocer y dar a conocer los resultados del alumnado, sino que el profesorado debe tener presente al evaluar todos los elementos tanto del proceso de aprendizaje del alumnado como el desempeño del docente, de tal forma que la evaluación está inmersa dentro de un proceso de evaluación formativa que ayuda a mejorar continuamente y de forma sistemática tanto al alumnado y al profesorado como al proceso didáctico. Por ello, la finalidad que cada docente le otorgue a la evaluación está íntimamente ligada al momento en que se realice.

 

    Desde mi punto de vista, la evaluación, es un proceso continuo, que valora todos los aspectos del proceso de aprendizaje de un alumno, y con ella te permite ver, si los objetivos propuestos son los adecuados, o si es necesario, cambiar la metodología, los contenidos... para que esto mejore.

 

    Para Stenhouse (1984), “la evaluación es el medio menos indicado para mostrar el poder del profesor ante el alumno y el medio menos apropiado para controlar las conductas de los alumnos. Hacerlo es síntoma de debilidad y de cobardía, mostrándose fuerte con el débil, además de que pervierte y distorsiona el significado de la evaluación”.

           

    Según Hoffman (1999), “dar una nota es evaluar, hacer una prueba es evaluar, el registro de las notas se denomina evaluación. Al mismo tiempo varios significados son atribuidos al término: análisis de desempeño, valoración de resultados, medida de capacidad, apreciación del “todo” del alumno”.

 

    Según Macario, "evaluación es el acto que consiste en emitir un juicio de valor, a partir de un conjunto de informaciones sobre la evolución o los resultados de un alumno, con el fin de tomar una decisión”.

 

    ¨La evaluación es un proceso no un suceso, es un medio no un fin¨ (Pedro Ahumada).

 

 

                                                                                                     APLICACIONES

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

a) Evaluación inicial: se realiza al comienzo del curso académico, de la implantación de un programa educativo, del funcionamiento de una institución escolar, etc. Consiste en la recogida de datos en la situación de partida. Es imprescindible para iniciar cualquier cambio educativo, para decidir los objetivos que se pueden y deben conseguir y también para valorar si al final de un proceso, los resultados son satisfactorios o insatisfactorios.

 

b) Evaluación procesual: consiste en la valoración a través de la recogida continua y sistemática de datos, del funcionamiento de un centro, de un programa educativo, del proceso de aprendizaje de un alumno, de la eficacia de un profesor, etc. a lo largo del periodo de tiempo fijado para la consecución de unas metas u objetivos. La evaluación procesual es de gran importancia dentro de una concepción formativa de la evaluación, porque permite tomar decisiones de mejora sobre la marcha.

 

c) Evaluación final: consiste en la recogida y valoración de unos datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para la realización de un aprendizaje, un programa, un trabajo, un curso escolar, etc. o para la consecución de unos objetivos.

 

 

 

                                                                                                    MOMENTOS

 

    En términos globales es posible entender la evaluación como un conjunto de acciones tripartitas y repartidas durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Así, podemos identificar una evaluación que ocurre antes del inicio del proceso, otra que ocurre durante o en el transcurso del proceso, y, finalmente, otra evaluación que ocurre al final, al término o después del proceso.

           

    El siguiente cuadro ilustra estos momentos, el tipo de evaluación recomendado para cada uno de ellos, su función y su centro o foco de atención:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

       Revisemos qué implica cada uno de estos momentos y cómo se inscriben en el proceso de enseñanza-aprendizaje:

 

  • Pre-evaluación (antes): su función es orientar / adaptar / estimar algunas de las características más relevantes del estudiante con relación a sus conocimientos y habilidades. Su finalidad es adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje a las características detectadas, de acuerdo a las especificidades que de allí emerjan. Los instrumentos que la caracterizan se concentran en el evaluado, a fin de mostrar una radiografía o mapa de los rasgos distintivos de un individuo o de un grupo curso.

 

 

  • Evaluación en proceso (durante): actúa como un mecanismo de interacción y diálogo docente-estudiante, ya que – idealmente – debería consistir en la gestión / administración de las acciones pedagógicas del docente y en la adaptación del aprendizaje por parte de los estudiantes. Su función, por tanto, es que docentes y estudiantes estén conscientes de sus logros y necesidades, aciertos y errores, pues estamos concibiendo esta instancia como el espacio dialógico en el que el proceso de enseñanza-aprendizaje recibe la retroalimentación necesaria para direccionar y/o corregir la obtención de los objetivos fijados previamente. Este tipo de evaluación (formativa) supone modificar la relación pasiva del alumno con el conocimiento y sus competencias, otorgándole mayor espacio en la toma de decisiones acerca de su proceso de aprendizaje y, por ello, convirtiendo el proceso en una situación de mayor autonomía y compromiso. Los instrumentos que caracterizan este tipo de evaluación medirán tanto los procesos (en curso), como las actividades que los componen.

 

 

  • Post-evaluación (después): constituye el cierre del proceso, ya sea en las etapas intermedias (trimestrales, semestrales, anuales) o de un ciclo (básica, media, etc.). Su función es verificar / certificar que los conocimientos y competencias correspondan a un modelo previamente acordado durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. También constituye una instancia de inserción social, laboral o profesional, ya que certifica la adquisición de determinados objetivos que ya han sido obtenidos.

     

     

     

                                                                                                            TÉCNICAS E INSTRUMENTOS

                    

  • TÉCNICAS: ¿Cómo se va a evaluar?

     

    Es el procedimiento mediante el cual se llevará a cabo la evaluación. Algunas técnicas son: observación, interrogatorio, resolución de problemas y solicitud de productos.

     

     

  • INSTRUMENTOS: ¿Con qué se va a evaluar?

     

    Es el medio a través del cual se obtendrá la información. Algunos instrumentos son: Lista de cotejo, escala de estimación, pruebas, portafolio, rúbricas, proyectos, monografías, entre otros.

     

               

    En nuestro caso nos centraremos en la rúbrica como instrumento de evaluación. Las rúbricas son instrumentos de medición en los cuales se establecen criterios y estándares por niveles, mediante la disposición de escalas, que permiten determinar la calidad de la ejecución de los estudiantes en unas tareas específicas (Vera Vélez, 2008).

    Los estándares de aprendizaje son el elemento nuclear de las rúbricas.

 

 

    Veamos un ejemplo de dicho instrumento de evaluación en base a dos estándares de aprendizaje por cada una de las competencias clave:

 

 

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